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Monumentos

La Mezquita-Catedral

La Mezquita-Catedral de Córdoba (Patrimonio de la Humanidad desde 1984) es el monumento más importante de todo el Occidente islámico y uno de los más asombrosos del mundo. En su historia se resume la evolución completa del estilo omeya en España, además de los estilos gótico, renacentista y barroco de la construcción cristiana.

El lugar que hoy ocupa nuestra Mezquita-Catedral parece haber estado, desde antiguo, dedicado al culto de diferentes divinidades. Bajo dominación visigoda se construyó en este mismo solar la basílica de San Vicente, sobre la que se edificó, tras el pago de parte del solar, la primitiva mezquita. Esta basílica, de planta rectangular fue compartida por los cristianos y musulmanes durante un tiempo. Cuando la población musulmana fue creciendo, la basílica fue adquirida totalmente por Abderraman I y destruida para la definitiva construcción de la primera Mezquita Alhama o principal de la ciudad. En la actualidad algunos elementos constructivos del edificio visigodo se encuentran integrados en el primer tramo de Abderraman I.

La gran Mezquita consta de dos zonas diferenciadas, el patio o sahn porticado, donde se levanta el alminar (bajo la torre renacentista), única intervención de Abd al- Rahman III, y la sala de oración o haram. El espacio interior se dispone sobre un concierto de columnas y arcadas bicolores de gran efecto cromático. Cinco son las zonas en las que se divide el recinto, correspondiendo cada una de ellas a las distintas ampliaciones llevadas a cabo.

Alcázar de los Reyes Cristianos

El Alcázar de los Reyes Cristianos, fortaleza y palacio de sólidos muros, encierra en su interior gran parte de la evolución arquitectónica de Córdoba. Restos romanos y visigodos conviven con los de origen árabe en este majestuoso solar, ya que fue lugar predilecto de los distintos gobernantes de la ciudad. Cuando en 1236 Córdoba es conquistada por Fernando III el Santo, el edificio, que formaba parte del antiguo Palacio Califal, estaba totalmente asolado. Alfonso X el Sabio comienza su restauración, completada durante el reinado de Alfonso XI. A lo largo de la Historia se le ha dado múltiples usos, como Sede del Santo Oficio (Inquisición), o cárcel (en la primera mitad del siglo XIX).

El visitante que por primera vez vislumbra esta fortaleza se sorprende ante una construcción casi rectangular con extensos muros de sillares pétreos y cuatro torres que perfilan los ángulos (la de Los Leones, la del Homenaje, la de La Inquisición y la de Las Palomas) Dentro, las distintas dependencias se articulan en torno a patios con exóticas y bellas flores, hierbas aromáticas y frondosos árboles. Las estancias y corredores se cierran con cúpulas góticas de piedra.

En una de las galerías de acceso se exhibe un sarcófago pagano del primer cuarto del siglo III. En su frontal muestra un altorrelieve sobre una alegoría del paso de los difuntos hacia el más allá a través de una puerta entreabierta.

Resalta, de todas las salas una pequeña capilla barroca: el Salón de los Mosaicos, en la que se exponen piezas romanas de este tipo procedentes del subsuelo de la Corredera. Bajo esta estancia se encuentran los baños, de inspiración árabe, divididos en tres salas abovedadas con tragaluces estrellados. Éstas se comunican con la caldera situada bajo la torre del Homenaje.

De los dos patios, el Mudéjar llama la atención por su belleza. Con enlosado en mármol, el murmullo del agua que corre por los canales y albercas refresca el ambiente y relaja al fatigado visitante. Los extensos jardines que cierran el conjunto dan muestra de la monumentalidad y esplendor de este Alcázar cordobés.

Puente Romano

El conjunto de la Mezquita Catedral, el río, la Puerta del Puente y el mismo Puente Romano de Córdoba, conforman una de las vistas más exquisitas de la ciudad, máxime aún si se visita al atardecer, en esa hora incierta en la que los últimos rayos de sol doran las superficies. El citado puente, levantado en el siglo I a. C., ha sufrido varias remodelaciones a lo largo de la Historia. La estructura principal data del medievo, siendo la intervención más reciente de 1876. Consta de dieciséis arcos, cuatro apuntados y el resto de medio punto. En el centro del antepecho se erige una escultura de San Rafael, obra del siglo XVI, realizada por Bernabé Gómez del Río.

Medina Azahara

Medina Azahara: Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2018.

Medina Azahara, la fastuosa y misteriosa ciudad que Abd-al Rahman III mandó construir a los pies de Sierra Morena, a ocho kilómetros de Córdoba capital, encierra, incluso en su nombre, historias legendarias. La tradición popular afirma que, autoproclamado Abd al-Rahman III califa en el 929 d.C., y tras ocho años de reinado, decidió edificar una ciudad palatina en honor a su favorita, Azahara. Sin embargo, recientes estudios aportan fuertes evidencias de la causa que impulsó al califa a fundar Medina Azahara. Una renovada imagen del recién creado Califato Independiente de Occidente, fuerte y poderoso, uno de los mayores reinos medievales de Europa, se acepta como el origen más probable de la nueva Medina.

Se dispone la ciudad en tres terrazas rodeadas por una muralla, situado el Alcázar real en la más superior y la intermedia. La zona más baja se reservó para viviendas y la mezquita, edificada extramuros. Las fuentes históricas apuntan a la participación de unas diez mil personas que trabajaban diariamente en su construcción. Abd al-Rahman no escatimó en materiales para lograr el efecto buscado: la insignia del poderoso reino que gobernaba. Ricos mármoles violáceos y rojos, oro y piedras preciosas, además del cuidado trabajo artesanal de los mejores canteros y las legendarias contribuciones bizantinas, ayudaron al encumbramiento del preciado proyecto.

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